Fueron dos minutos de locura. Jugaban Al-Nasser y Al Arabi porla Liga de Kuwait cuando el árbitro cobró un dudoso penal en contra del primero.
Los jugadores lo rodearon para protestarle y de repente el colegiado le pegó una trompada a uno. Acto seguido, lo expulsó, echó a otros dos compañeros y a otro más cuando el juego se reanudó tras la conversión del penal. Una locura.
Fuente: 101 great goals