El resultado a su favor de 3-1 en el partido de ida daba cierta tranquilidad de Grecia ante Rumania, que le valió para sellar su clasificación al Mundial en la vuelta de visita, empatando 1-1 con un buen accionar.
Para Rumania, era la hazaña lo que buscaba de local, la misma que se comenzó a diluir al minuto 23, cuando la máxima figura de los griegos, Mitroglou, apareció para poner el tanto de la visita, que le permitía ya comenzar a celebrar.
El autogol de Torosidis en el segundo tiempo, que le daba la igualdad a Rumania, poco le servía para los locales, que con esto no les alcanzaba y se quedaban fuera y veían la celebración de los griegos por su paso al Mundial.