Con la euforia encendida en el estadio Reales Tamarindos, que recibió con un lleno completo al cuadro guayaquileño, Emelec se coronó campeón del fútbol ecuatoriano empatando ante el Manta Fútbol Club, y celebró a lo grande luego de 11 años, de varios momentos negativos, que se borraron, que quedaron atrás para unirse en el festejo por la consecución de la Estrella 11.
Todo era fiesta para los emelecistas, que no esperaron los primeros rayos de sol para trasladarse desde todos los lugares del país, el destino era Portoviejo, el objetivo…el título. El Reales Tamarindos quedó corto para el deseo de los hinchas azules, que vivieron con expectativa, celebraron con alegría y ahora pueden llenarse la boca con el grito que retumbó todo el país «¡Emelec Campeón!».
El encuentro, como se juega un partido cuando sabes que estás por meterte en la historia grande de un equipo tan importante como Emelec. Fue de imprecisiones, de más ganas que tranquilidad…y de mucho nervio. Al frente, los ‘Millonarios’ tuvieron a un Manta Fútbol Club que era más visitante que nunca, pese a figurar como local, y que sintió eso, y jugó como tal.
Todos los ingredientes en el primer tiempo se dieron: un gol salvado en la raya por parte de Jorge Palacios, un penal atajado por el guardameta Rolando Ramírez cuando lo cobraba justamente el goleador del equipo…y el cero que asustaba, pero alentaba, que hacía esperanzar a los hinchas.
Los pocos cambios de ritmo en el segundo tiempo, que tenían a un Emelec que parecía especular con el empate, con la tranquilidad de asegurar el título, sin ponerse nervioso.
El resultado no cambió. El empate bastó para que los emelecistas celebren, y así lo entendieron los jugadores en el campo de juego.
Los minutos pasaban y el pitazo final encendía la fiesta en el estadio Reales Tamarindos, y que se regaba por las afueras, por las calles de Manabí, de Guayaquil…del país. La celebración de Emelec Campeón, que se encendió, con las gargantas cansadas de gritar, con las manos ardidas de aplaudir.
¡SALUD, EMELEC CAMPEÓN!