Muchos estiman que el fútbol no es cábalas sino de rendimiento en el campo de juego, pero hay situaciones que crean una atmósfera mística, en la que se comienza a creer en ciertas supersticiones. Una de ellas es la famosa «Maldición de Bela Guttmann», que el cuadro del Benfica lleva padeciendo 52 años.
Benfica, uno de los equipos referentes del fútbol portugués, allá por los años 60’s tenía en sus filas como director técnico al húngaro Bela Guttmann, gran estratega que los llevó a lo más alto de la palestra europea, ganando dos Champions League seguidas, en los años 61-62.
Todo era gloria con Guttmann, hasta que para la temporada del 63 un pedido de aumento de sueldo por parte del estratega no cayó bien en la dirigencia del Benfica, que optó por cesarlo de sus funciones, pese a los logros obtenidos.
Fue tal el enojo del estratega que lanzó una «maldición» al equipo que dirigía hasta ese momento, afirmando que “Sin mí, el Benfica no ganará un título europeo en 100 años”, palabras que pasaron a ser una mera anécdota tras su salida, pero que con el paso de los tiempos han ido ganando fuerza.
Es que, a partir de ese momento, el Benfica ha llevado a cuestas esa maldición, y pese a clasificar a ocho finales de torneos europeos, la suerte le ha sido esquiva en todas estas oportunidades, quedando relegado a no celebrar un título, tal como lo predijo Guttmann.
Ahora, tras haber llegado dos años seguidos a la final de la Europa League, la maldición de Guttmann sigue apareciendo, tras caer en los últimos minutos la temporada pasada en manos del Chelsea, y ayer no poder doblegar al Sevilla en Turín y perder por la vía de los penales.