Las Palmas no lo puede creer aún. Córdoba menos. El conjunto canario dominó el encuentro y acarició el ascenso durante 92 minutos. Cuando todo parecía sentenciado y los aficionados insulares comenzaban a invadir el terreno de juego para celebrar el retorno a Primera, 12 años después, apareció el mexicano Ulises Dávila para empatar el encuentro y llevar al conjunto andaluz a Primera División.
La pequeña invasión de seguidores locales dispuestos a celebrar el ascenso antes de tiempo terminó condenando a su equipo. Tras unos minutos con el partido suspendido, el árbitro decidió retomar el juego y la alegría cambió de bando en menos de un minuto, con los jugadores locales dormidos en defensa, los cordobeses volvieron a Primera tras 42 años vagando entre la Segunda y Segunda B.
Con el tiempo sin cumplir, algunos aficionados de Las Palmas invadieron el césped de nuevo. Sánchez Martínez dio por finalizado el partido y temiendo por su integridad se metió al vestuario junto con los jugadores de ambos equipos. El Estadio Gran Canaria se convirtió en una explosión de emociones, de rabia y desesperación del lado amarillo y de júbilo e incredulidad en las filas andaluzas, que casi sin creérselo estaban celebrando el ansiado ascenso a Primera División.
Fuente: Goal