Alhaju Kamara, delantero del Norrkoping de Suecia, protagonizó un hecho nunca antes visto en un encuentro de su equipo, luego de salir llorando y gritando cual niño tras ver la segunda tarjeta amarilla y salir expulsado del campo de juego.
El jugador, que no dio tiempo al árbitro ni siquiera de mostrarle de frente la tarjeta amarilla, corrió directamente a los camerinos con un fuerte lamento en el camino por ser sancionado.