El Real Juventud de la Liga de Ascenso de Honduras está metido en lío muy grande. Según el acta redactada por el cuerpo arbitral, tras finalizar el encuentro entre Real Juventud y Lepaera FC en el Argelio Sabillón, que perdieron los locales 1-2, ellos fueron agredidos por jugadores, miembros del cuerpo técnico y aficionados.
Además, acusa que recibieron amenazas de muerte si informaban de la agresión.
«El jugador Ronal Ramos me tomó de la garganta y otras personas agredieron a los compañeros, tal es el caso de Francisco Paz, le quebraron el tabique nasal, para lo cual se presenta una fotografía», relata el central Carlos Martínez en su acta.
Continúa diciendo que, «se nos amenazó de no informar nada de esto, ya que si lo hacíamos, iban a matar los asistentes de Santa Bárbara. Adjuntamos facturas y gastos médicos del compañero Francisco Paz para que sean deducidos. No pagaron viáticos ni honorarios arbitrales».
Además, el acta recuerda que en la cancha del Argelio Sabillón, en partidos de Real Juventud ya habían sido atacados dos árbitros en enfrentamientos del club local con Villanueva FC y Honduras Progreso. «Es para que miren la reincidencia de este club», señalan los réferis.
El próximo miércoles la Comisión Regional de Disciplina del Norte se reunirá para determinar el castigo a los pateplumas, que podría ser jugar el resto del torneo fuera de casa.
El Real Juventud tuvo graves percances para inscribirse, pues quería ceder su categoría al Real Honduras de San Luis, Santa Bárbara, no se lo permitieron y casi pierde su categoría.
De hecho, en este torneo solo está compitiendo con 16 jugadores inscritos.
Fuente: Diario Diez