Luis Enrique cumplirá hoy 100 días al frente del Barça, que se empezaron a contabilizar desde el 14 de julio, el primer día de la vuelta al trabajo. Tiempo protocolario y redondo que permite enjuiciar su andadura y que le concede de momento buena nota.
Su Barça es líder solitario e imbatido de la Liga, llega al Clásico con cuatro puntos de ventaja sobre el Madrid y en la Champions dispone de margen suficiente para suturar la derrota de París. En total, 10 partidos, 8 victorias, una de ellas en su debut en la Champions, y un empate, con 25 tantos a favor (2.5 de media) y únicamente 3 en contra (0,3).
En su primera gran rueda de prensa, tres días después, expuso un estilo y una filosofía de la que no se ha salido. Dijo que él era el líder y así lo ha demostrado. Propuso sorprender a los rivales con nuevos planteamientos y garantizó intensidad. Los resultados le van dando la razón. Aseguró que iba a contar con la cantera y Munir, Sandro y Samper han tenido su cuota de protagonismo. Lo mejor, sin duda, encontrarse un tándem superlativo como Messi y Neymar en un estado de forma espectacular.
Tuvo que estar pendiente de un revés inesperado como los problemas cardiacos de Adriano y ha debido gestionar la continuidad de Xavi y Alves. Ha habido otros casos peliagudos, como la prolongada baja de Vermaelen o la ausencia de Montoya en un estudiado sistema de rotaciones. No ha contado con Luis Suárez, pero no está en sus manos. Asistió a la reunión técnica en Nyon como la mayoría de sus antecesores pero a diferencia de ellos, no concedió la tradicional visita a la prensa.
Fuente: Mundo Deportivo