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Daniel Engelbrecht, jugador del Stuttgarter Kickers es afortunado por estar vivo. El primer futbolista profesional en Alemania que juega mientras tiene puesto un desfibrilador estuvo en la cancha por cuarta ocasión el sábado en el triunfo de su equipo 2-0 sobre Johan Regensburg en un partido por la tercera división.
El delantero de 24 años tuvo su mejor momento la semana pasada, cuando anotó en los descuentos el gol del triunfo 2-1 sobre SV Wehen Wiesbaden.
Pocos pensaron que Engelbrecht volvería a jugar después que se desmayó durante un partido en julio de 2013. Fue operado del corazón cuatro veces, luego que los médicos diagnosticaron que tenía una inflamación del músculo del corazón.
Engelbrecht dijo que su primer partido después de las cirugías, el 15 de noviembre por una copa local, “fue uno de los momentos más bellos de mi vida… un reconocimiento maravilloso a la lucha que he librado hasta ahora”.
Sin hacer caso a las recomendaciones de los médicos, Engelbrecht siempre estuvo decidido a volver a jugar.
“Siempre hay temor… tengo que aprender a volver a confiar en mi cuerpo”, expresó Engelbrecht al portal de internet de la federación alemana de fútbol. “Pensé que moriría. Ahora me siento saludable y puedo llevar una vida normal”.
Engelbrecht es examinado todos los meses por médicos.
“Nunca seré el mismo por completo”, indicó. “Mi corazón sufrió daños permanentes. Pero está estabilizado, los médicos dicen que es increíble cómo me recuperé, tanto física como mentalmente”.
Engelbrecht dijo que se inspiró en el futbolista belga Anthony Van Loo, quien también juega con un desfibrilador. En 2009, Van Loo sufrió una arritmia cardíaca durante un partido, pero el desfibrilador estabilizó el ritmo de su corazón.
“El probablemente es el primer futbolista en cualquier lugar que haya jugado con un desfibrilador. Para mí, era una gran motivación ser el primer alemán”, dijo. “El daño a mi corazón fue un poco más serio que el de él. Por eso era incluso más importante para mí que mi historia sirva para inspirar a otros. Quiero demostrar que incluso con problemas del corazón, la vida no tiene que detenerse”.