El “fútbol soccer”, como lo llaman en Estados Unidos, está en constante crecimiento debido a una mejora año a año de los planteles y también de la cantidad de equipos en la Major League Soccer, la Primera División de ese país.
Sin embargo, más allá de contar con estrellas como Kaká, David Villa, Frank Lampard y Robbie Keane, hay muchísimos jugadores que deben conseguir un segundo trabajo porque ganan apenas 36.500 dólares por año, una suma que repartida en los doce meses da apenas 3 mil dólares. No es que sea poco dinero, pero por ser un deporte profesional, está muy alejado de los 500 mil dólares anuales que hay como salario mínimo en la NBA, el hockey sobre hielo y el béisbol. Ni siquiera se acerca a los 240 mil que cobra el que menos gana en el fútbol americano de la NFL.
Por eso, los jugadores decidieron unirse y amenazan con una huelga si la MLS no aumenta el piso salarial, ya que el convenio colectivo firmado en 2010 ya está vencido. El principal problema es que los siete contratos más altos de la MLS ocupan el 31% de los gastos salariales, por eso hay tanta diferencia. No obstante, Robbie Keane, una de las estrellas, se encolumnó con sus compañeros: “Estoy con los muchachos, todos tenemos que estar unidos en esto”.
Otro ítem también importante por el que protestan los jugadores es debido a la inexistencia de los “agentes libres”. Es decir, si un jugador finaliza el contrato con un equipo, pasa a ser parte de la MLS y nunca puede quedar en condición de libre para negociar con cualquier otro club del mundo.
Fuente: Pasión Libertadores