Eli Tabib, dueño y presidente del Beitar de Jerusalem, decidió poner el club en venta «avergonzado» de la actitud violenta de los hinchas del equipo, cuyos últimos desmanes en Charleroi acabaron con su paciencia.
El Beitar perdió el jueves (5-1) en Charleroi en el partido de ida de la eliminatoria previa de la Europa League, pero el casi millar de aficionados de su equipo que acudieron al choque provocaron un escándalo de grandes dimensiones, lanzando bombas de humo al césped, petardos y cohetes contra el portero del Charleroi Nicolas Penneteau, que fue alcanzado por un proyectil.
«Me vuelvo a Estados Unidos. Me da vergüenza y asco todo esto. He decidido poner punto y final a mi participación en el fútbol israelí y volverme a Estados Unidos» anunció Eli Tabib en un comunicado, en el que señaló que «nombraré un director para dirigir el club hasta que alguien esté dispuesto a comprarlo».
Medios israelíes argumentaron que la violenta reacción de los aficionados del Beitar se debió a que fueron provocados por los fans del Charleroi, quienes les habrían saludado con el brazo en alto al estilo nazi, algo que habría sido confirmado, o al menos asegurado, por el entrenador del equipo israelí Slobodan Drapić, lo que desde el Charleroi negaron tajantemente.
Fuente: Sport.es