Enfadado por los malos resultados de sus jugadores, el entrenador del Banik Ostrava, farolillo rojo del Campeonato checo de fútbol, les sancionó con trabajos manuales para que sepan «lo que les espera si no hacen su deber».
Armados con picos, palas, rastrillos y sierras, los futbolistas se presentan todas las mañanas a las 6:45 en jardineros diligentes para mantener los espacios verdes de su centro de entrenamiento.
«El endurecimiento del ‘programa de trabajo’ tiene como objetivo consolidar el espíritu de equipo y movilizar todas las fuerzas para poder remontar», explicó en un comunicado el club checo, cuádruple campeón nacional en plena caída libre.
«Algunos se lo toman con humor, pero otros se quejan. Por ejemplo, (el mediocentro brasileño) Dyjan Carlos de Azevedo que inmediatamente se quejó de dolores en los brazos», afirmó el entrenador Radomir Korytar, en el diario Sport.
«Van a trabajar así hasta el viernes. Espero que se den cuenta hasta que punto viven bien como futbolistas profesionales», continuó Korytar, precisando que los jugadores se entrenaban normalmente tras estos «trabajos comunitarios».