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El delantero brasileño Hulk, del Zenit de San Petersburgo, se quejó de haber sido objeto de abuso racial durante un partido contra Spartak de Moscú en la Liga Premier rusa.
Cuando el carioca fue reemplazado después de anotar un gol en el empate 2-2, lanzó besos a las tribunas y explicó que se debió a insultos de la tribuena.
«Lamentablemente se sigue repitiendo la misma situación de racismo», declaró el atacante al sitio web del club.
La temporada pasada, Spartak y Torpedo de Moscú fueron castigados por incidentes separados de abuso racial contra el futbolista.
El delantero comentó en julio que el comportamiento racista estaba presente en casi todos los partidos en Rusia, donde juega desde el 2012.