EFE
La guardameta de la selección de fútbol de Estados Unidos, Hope Solo, nuevamente enfrenta cargos por violencia doméstica.
Una corte estatal de apelaciones en Washington revocó la decisión de un tribunal inferior de desestimar un caso en el que se alegó que la deportista golpeó a su sobrino y a su hermanastra.
Solo fue la jugadora estelar que dirigió a la selección de Estados Unidos a conseguir el título de la Copa Mundial Femenina en julio pasado.
La guardameta de la selección de Estados Unidos enfrentó inicialmente dos cargos de violencia doméstica de cuarto grado por un incidente presuntamente ocurrido en la casa de Teresa Obert, su hermanastra, en junio de 2014.
En esa ocasión Solo indicó a las autoridades que la víctima era ella, pero después de una investigación fue acusada de dos cargos de violencia doméstica.
En enero, cuando el juicio iba a dar inicio, un juez desestimó los cargos por motivos de procedimiento, y la fiscalía inmediatamente apeló la decisión.
El viernes se supo que «el tribunal revoca la decisión de la corte inferior y devuelve la causa a la Corte Municipal de Kirkland (Washington)», de acuerdo a la página oficial del tribunal en internet. No se informó la fecha del inicio de un nuevo juicio.
Todd Maybrown, abogado de Solo, dijo a través de un comunicado que «nos sentimos sorprendidos y decepcionados por la decisión del juez».
Agregó que «mantenemos nuestra posición de que los cargos en este caso nunca debieron ser presentados, que la decisión del tribunal de primera instancia era correcto, y que tenemos la intención de apelar ante la Corte de Apelaciones».
En junio, Obert ofreció una entrevista en la que declaró que Solo tuvo que ser contenida en la cárcel y que la deportista estaba bajo la influencia del alcohol cuando empezó a enojarse y a atacar al hijo de Obert, de 17 años de edad, y a ella misma.
En declaraciones exclusivas con ESPN deportes, indicó que «ella lo agarró por la cabeza y lo golpeó en el cemento y otra vez».
Agregó que «yo estaba detrás de ella y la detuve para que dejara a mi hijo. Una vez que ella lo dejó empezó a pegarme en la cara una y otra vez».
