Más allá de que Edinson Cavani asegure que el cruce con Gonzalo Jara en la última Copa América «ya fue», el asunto sigue estando vigente. En todos lados: tanto en la prensa local como en la chilena, en los hinchas que agotaron las entradas del Centenario dos semanas antes del partido y en la propia selección uruguaya.
Es que desde el círculo más íntimo de la Celeste siguen molestos con Jara y no por la imagen que recorrió el mundo donde se ve que el trasandino le toca la cola al «Matador», sino porque entienden que rompió los códigos del fútbol y de la vida.
Tan grande es la molestia, que días pasados se generó un debate dentro del mismo grupo celeste: ¿qué actitud se adoptará cuando llegue el momento del saludo oficial entre los planteles antes de que comience el partido?
Uruguay, como anfitrión, tendrá que abandonar la fila luego de los himnos, saludar primero a los árbitros y luego a los futbolistas chilenos. Y allí los celestes se toparán por primera vez con Jara.
Según lo confiado a Ovación, en el grupo de Whatsapp de la Selección alguien preguntó hace unos días: «¿Qué quieren hacer con Jara? ¿Lo saludamos o lo ignoramos?». Allí se disparó la polémica y —según cuentan— Cavani fue el que puso más paños fríos.
Sin embargo, la incertidumbre está instaurada. Cabe la posibilidad de que el plantel celeste no salude protocolarmente al futbolista chileno, aunque esa decisión no se conocerá hasta el momento en que se dé la acción.
El enojo.
Para los jugadores de la selección el tema del dedo es algo totalmente secundario. Entienden que este deporte es un juego de contacto y ellos más que nadie están acostumbrados a eso. El asunto va por otro lado. Jara se portó mal y se metió con un tema delicado. Desde el minuto 1, aquella noche del 24 de junio en el Estadio Nacional de Santiago, atacó verbalmente al salteño. A poco más de un día del accidente automovilístico que tuvo el padre del propio Cavani, donde hubo un fallecido de por medio y quedó en manos de la justicia, el chileno salió a provocarlo. «Tu padre es un asesino» y «en la cárcel lo van a violar», fueron tan solo algunas de las cosas que le repitió insistentemente durante el encuentro, según cuentan sus compañeros.
Por ese motivo, los celestes se fueron encima del chileno en aquel partido cuando ni siquiera habían visto la imagen que luego se difundió en los distintos medios de comunicación. Sabían que Jara estaba jugando con su dolor.
«Por supuesto que fue un error, pero no puedo describir exactamente lo que sucedió…», fue lo único que se animó a decir Jara el 6 de agosto cuando habló por primera vez tras aquel partido. «Lo de los uruguayos me da risa… El fútbol es dentro de la cancha», respondió unos días más tarde, cuando su selección ya se había quedado con el título, en respuesta los dichos de los compañeros de Cavani.
En el seno del equipo del maestro Óscar Tabárez están indignados. No pueden comprender esa actitud que tuvo en una situación de delicadeza extrema, tanto para el jugador uruguayo como para las dos familias envueltas en el accidente. Nunca reconoció su actitud, cuando lo consultan por el tema se lo toma con gracia y sienten que aprovechó este clima para prácticamente transformarse en héroe en su país.
Es cierto que por estas horas Cavani le bajó el perfil a la polémica, pero la herida sigue abierta. «Edi es de las personas más buenas que hay en el fútbol», dicen sus compañeros. Cavani es de hablar poco. Siempre se ha mostrado sumamente respetuoso desde sus inicios. Le gusta hablar en la cancha y su carrera demuestra que tiene una conducta intachable.
Pasaron casi cinco meses de aquel hecho y todavía Jara no ha mostrado ni siquiera una muestra de arrepentimiento. Se escudó en el tema del dedo y llevó la polémica a otro lado, el que más le conviene. No ha reconocido ni pública ni personalmente cuál fue su verdadero error. La jugada en la que le toca la cola fue solo un simple acto entre todo lo que molestó al plantel uruguayo aquella noche y que hizo que el goleador del PSG se salga de sus casillas.
El chileno —según los celestes— se olvidó de los códigos, no solo del fútbol, si no de la vida en general.
Lo que se dijo.
«Con este muchacho Jarita habrá que hablar cuando nos crucemos por el mundo», tuiteó Diego Lugano minutos después del partido con Chile. Fue el primero en expresarse sobre el tema y de inmediato cargó duro contra su colega chileno.
Diego Godín, al otro día en su arribo a Montevideo, agregó: «Él (Cavani) está afectado obviamente por todo lo que pasó con su familia y también, por lo que pasó en el partido. Ya hemos hablado lo que teníamos que hablar. Solo queda apoyarlo».
«Tata» González y «Palito» Pereira, siguieron esta misma línea. «El fútbol, más que la vida, nos va a juntar de nuevo. Ojalá que podamos ganarle dentro de la cancha y hacerle ver que lo que hizo fue de poco hombre. Fuera de las canchas, si tenemos la suerte de cruzarlo, también sentirá la presión de saber que lo que hizo estuvo muy mal y que rompió un poco con los códigos», explicó el volante. El jugador de Estudiantes, en tanto, sostuvo: «Seguramente nos volveremos a cruzar en alguna cancha. Es reincidente. Si ese muchacho tiene problemas, bueno… Las vueltas de la vida nos van a volver a encontrar».
«Lo que le pasó a Cavani en el momento de la segunda amarilla, algo que si les pasa a ustedes (en este caso, los periodistas) seguramente reaccionen porque están en juego muchas cosas, toca las fibras íntimas de cualquier persona», explicó por su parte Tabárez.
Egidio Arévalo Ríos, días más tarde, también se refirió al tema. El volante fue punzante y pisó el acelerador contra el jugador: «Ya nos vamos a encontrar con Jara. Va a tener que venir a Uruguay en las Eliminatorias… El mundo del fútbol es muy chico y nos podemos encontrar en otro lugar».
Lo que no se dijo.
Los celestes han manifestado que la actitud de Jara no fue la adecuada y que sobrepasó los límites de la vida, pero no han salido pura y exclusivamente a mencionar los diálogos anteriormente mencionados, ya que prefieren mantener el perfil con el que se han manejado todos estos años.
«De una situación de estas se sacan enseñanzas. Son cosas que uno, pensando fríamente, saca cosas positivas como crecer ante estas situaciones que son incómodas y difíciles. Espero que eso me haya enseñado para lo que se viene, no solo como futbolista sino como persona porque el fútbol pasa y lo que queda es el ser humano», contó Edinson Cavani previo a este partido con Chile.
El «Matador», también prefirió no revelar explícitamente la actitud de Jara pero dejó en evidencia que hubo algo más que aquel gesto final que terminó en su expulsión, posterior suspensión que caldeó los ánimos de todo el plantel de la selección uruguaya. «Somos grandes y cada uno sabe lo que siente en su corazón», añadió.
Fuente: Ovación de Uruguay