El delantero uruguayo Luis Suárez ha dado una de las notas más polémicas de la Copa América Centenario tras su fuerte reacción contra el cuerpo técnico de su selección y su enojo tras no ingresar al cambio en el encuentro ante Venezuela, ante lo cual salió a hablar sobre este incidente.
‘El Pistolero’, ya tranquilo tras la eliminación de Uruguay, reconoció que excedió su impulso además de hablar de buena manera del cuerpo técnico encabezado por Óscar Tabárez.
«Van a hacer 20 días del desgarro. Quiero jugar por orgullo, pero Uruguay no se juega nada lamentablemente. Fue un golpe duro quedar afuera porque estábamos muy ilusionados y el otro día éramos locales porque eran todos uruguayos. Jugamos al pelotazo ante Venezuela y los centrales de ellos eran muy altos. Hay que tomarlo como un despertador», manifestó.
«Ustedes saben cómo soy yo. Me quería meter en el partido. El Maestro no me iba a meter. Estoy agradecido al Maestro. Me fui a calentar aunque nadie me pidió, pero el cuarto juez me pidió que fuera porque vivía gritando desde el banco. Vi muchísimos niños en Filadelfia con mi camiseta y eso me empujaba a querer jugar. Mi hijo me pregunta por qué no juego», sumó.
Suárez además se refirió al golpe que le dio al banco de suplentes, lo que se ha convertido en su imagen en este torneo.
«Al banco le pegué 38 veces, lo que pasa es que se mostró solo esa. Todavía me decían, ‘pará que lo vas a romper. Es difícil comparar la filosofía de fútbol de Europa con el uruguayo porque nosotros estamos acostumbrados más a meter. No todos los partidos salen redondos. Hay que cambiar un poco el chip en ese sentido, en salir un poco más confiados», finalizó.
