Tiene 106 años los vive de la mejor manera, bebiendo cerveza, jugando fútbol y entrando al libro de los récord Guinness por ser la persona de mayor edad en transportar la antorcha olímpica para lo que serán los Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016.
Es la increíble y motivante historia de Aida Mendes, quien nació allá cuando el mundo era diferente, cuando los Juegos Olímpicos era una competencia aun nueva, con apenas 13 años de desarrollarse, y no pensó nunca que tras tantos años iba a formar parte de una.
Y es que Mendes portó la antorcha por 200 metros en la etapa 45 de la carrera que vive el fuego olímpico hasta posarse en Río de Janeiro en el inicio de estos juegos, marcando un hito increíble, pero sobre todo, destacando por la entereza que presenta su salud pese a los 106 años que tiene (cumple 107 en noviembre).
Su secreto no es difícil. Nacida en la ciudad de Chaves, en el estado de Pará, en el centro de la región norte de Brasil, la tierna abuela afirma que se mantiene de la mejor manera sin tomar medicinas y jugando fútbol, practicando natación y bebiendo cerveza todas las semanas.
Tiene dos hijos, cinco nietos y once bisnietos, ha vivido dos Guerras Mundiales y ahora entra al libro de los récords Guinness por una marca que debería ser un ejemplo para todos, contando parte de su experiencia.
«Uno de mis nietos me invitó a hacerlo y pensé: ¿Por qué no?. Mi hija me dijo que era una idea terrible, que yo iba a morir, pero fui de todas formas. La sensación cuando estás en el aire es maravillosa, es una sensación de libertad, de poder gritar. Es increíble», relató a Diario Marca.
Finalmente, la orgullosa abuela de 106 años, con toda su experiencia, deja un gran mensaje de vida: «No podemos hundirnos en la vejez porque la vejez quiere que nos hundamos. Solo pido a Dios salud».