En el fútbol de Egipto, se vio una de las reacciones más locas que se ha presenciado en un jugador tras perderse un penal, sintiéndose demasiado culpable que llegó al punto de dejar abandonado a su equipo e irse a los camerinos sin que nadie los pueda disuadir de cambiar de opinión.
El jugador Alexandria, que milita en el Al Ittihad de la Premier League de Egipto, tenía la oportunidad de oro de darle a su equipo la victoria antes de finalizar el partido, cuando ya se jugaban minutos adicionales, siendo el responsable de cobrar un penal.
Pero, al pegarle con poca precisión y permitiendo que el guardameta del equipo rival ataje el balón, Alexandría terminó con una bronca interna a tal punto que dejó el campo de juego y se fue directamente a los camerinos, sin importarle que el partido no había terminado.
Esto llevó a que de manera acelerada el cuerpo técnico de este equipo prepare un cambio con apuro para no quedarse con un jugador menos.