El primer Boxing Day en el fútbol italiano terminó de la peor manera, con problemas entre hinchadas, cánticos racistas e inclusive un fanático muerto por los enfrentamientos de barras, lo que ha provocado que las autoridades deportivas de este país estén pensando en medidas severas como parte de sanción de un problema que se repite.
Así lo ha declarado el presidente de la Federación de este país, Gabriele Gravina, quien aseguró que inclusive han pensado en la suspensión del fútbol italiano como represalia al fallecimiento de un hincha del Nápoli tras enfrentamientos con seguidores del Inter de Milán, lo que decidirán en las siguientes horas.
«Necesitamos algo radical, tenía que ser una fiesta esta jornada y vi cosas inaceptables. Estoy preocupado por este clima.En San Siro vi a jugadores demasiado nerviosos y lo que ocurrió fuera es demasiado grave. Hablaremos con el Ministerio, el Comité Olímpico y decidiremos», aseguró Gravina.
Pero además, el dirigente aseguró que los actos racistas que se dieron contra el defensa francés Koulibaly no pueden pasar desapercibidos, siendo una de las razones más por las que estiman severas sanciones.
«Es muy feo todo, el árbitro no suspendió el partido y si cometió errores también se valorará», sentenció.
