La integración de la tecnología dentro del fútbol ha llegado, pero también trae grandes polémicas consigo. La herramienta que se presentaba como una solución para las injusticias, parece que está haciendo mas daño frente a las ventajas que trae.
El mundo del fútbol está polarizado, entre aquellos que están a favor del uso de la tecnología, y aquellos que creen que conspira contra el espíritu natural del juego. Hoy en día, se ven partidos con decisiones polémicas, y el juego se hace mucho más lento.
Incluso afecta otras actividades, como por ejemplo las casas de apuestas. Sitios como el codigo wanabet, pueden acreditar una apuesta por un gol convertido, solo para que minutos después sea anulado por el uso del VAR.
¿Qué es el VAR?
El Video Assistance Referí, más conocido bajo las siglas VAR, es una herramienta tecnológica que sirve para revisar las jugadas en un partido de fútbol. Un grupo de árbitros se ubican en una sala dentro del estadio, con la función exclusiva de analizar todas las acciones del partido. Desde allí, cuentan con todas las cámaras necesarias para observar las repeticiones que crean necesarias.
El árbitro principal tiene conexión con la sala del VAR mediante un intercomunicador. Así, es notificado cuando se cree necesaria la revisión de una decisión errónea. Sin embargo, al final del día, el VAR sigue siendo una herramienta manejada por personas. Por lo tanto, las suspicacias están presentes.
Por ejemplo, hay jugadas polémicas que siguen estando a interpretación de los árbitros. Algunos cobran y otros no. También esta el hecho de cuando se usa la tecnología. Se han visto partidos con situaciones en las que el VAR resultaba necesario, pero el árbitro nunca es llamado a revisar la jugada. Esto da lugar a confusiones y suspicacias.
De la misma manera, se da la situación contraria. Cada jugada mínima es revisada con la tecnología. Esto provoca dos cosas: la primera, que se pierda una enorme cantidad de tiempo en revisiones a veces innecesarias; la segunda, la pérdida de carácter por parte de los árbitros, que se refugian en el VAR y no se involucran de lleno con el juego.
Hay partidos que se vieron modificados por revisiones del VAR, que marcan fuera de juego por milímetros. También hay ocasiones donde las líneas del offside se marcan de manera extraña. A final de cuentas, el VAR es solo una herramienta. Las decisiones, y por ende la responsabilidad, sigue estando en las personas.