El exfutbolista y ahora entrenador Sebastián «Loco» Abreu protagonizó un incidente de ira durante el partido en el que su equipo, César Vallejo, empató 1-1 con ADT Tarna en el campeonato de Perú. El entrenador uruguayo fue expulsado y su reacción desencadenó en la destrucción de un monitor VAR, lo que lo llevó a ser denunciado ante las autoridades.
El partido, que se desarrolló en el estadio Mansiche, tomó un giro inesperado cuando Abreu fue expulsado y abandonó la cancha. En su camino hacia los vestuarios, el «Loco» detuvo su marcha frente a la pantalla del sistema de videoarbitraje y la golpeó con violencia, causando daños materiales en el dispositivo.
Este incidente ha generado una gran controversia y Abreu ha asumido la responsabilidad por sus acciones. En una entrevista, reconoció su comportamiento indebido como entrenador y expresó que este episodio representa un primer paso para seguir creciendo en el mundo del fútbol.
La prensa peruana informa que el entrenador uruguayo ha sido denunciado ante la Policía debido a los daños materiales ocasionados al monitor VAR. La reacción de Abreu ha llamado la atención tanto en el ámbito deportivo como en el público en general, y su conducta en este incidente podría tener consecuencias legales.
El incidente plantea interrogantes sobre el control emocional en el fútbol y la importancia de mantener la compostura en situaciones tensas. La violenta reacción de Abreu es un recordatorio de que las emociones pueden desbordarse en momentos de presión, y la gestión adecuada de estas situaciones es esencial para preservar el espíritu deportivo y el respeto en el campo de juego.