Los hechos violentos protagonizados por los hinchas del Besiktas, que caía de local en uno de los clásicos de la Liga de Turquía, provocaron que el partido no pueda terminar, originando una invasión espectacular en cancha de fanáticos, que armados con sillas y otros objetos con contundentes, querían terminar todo con violencia.
Besiktas era derrotado de local, cuando la expulsión del brasileño Felipe Melo, que se sacó la camiseta del Galatasaray y se la fue a enseñar a los hinchas del equipo rival, se convirtió en el detonante para que los seguidores reaccionara de manera violenta y provocaran los disturbios.