La UEFA impuso al Manchester City y al Paris Saint Germain una multa condicional de 60 millones de euros y limitó a 21 jugadores el tamaño de sus plantillas para la próxima temporada en la Liga de Campeones, a consecuencia de haber quebrado las nuevas reglas de equilibrio financiero.
Como parte del acuerdo, el flamante campeón de la Premier League, propiedad de Abu Dhabi Sheikh Mansour, y el PSG, del catarí Nasser Al-Khelaifi, aceptaron también tener que limitar significativamente el gasto en contrataciones durante las próximas dos temporadas.
En un comunicado, el Manchester City dejó en claro que habían aceptado «a regañadientes» el acuerdo que les propuso la UEFA a fin de no quedarse sin jugar la ‘Champions League’ la próxima temporada, uno de los castigos a los que se habría enfrentado de no pagar la multa.
«En circunstancias normales, el club desearía proseguir con el caso y presentar su posición a través de todas las vías de recurso. Sin embargo, nuestra decisión debe equilibrarse con la realidad de nuestros seguidores y los intereses comerciales del club», añadió el City.
Además, la sanción impuesta por la UEFA impide a los dos clubes aumentar la masa salarial en las próximas dos temporadas, por lo que deberán configurar sus plantillas en base al dinero que invirtieron años atrás, pero nunca más. Algo que no le resulta novedoso al PSG dada la reforma fiscal del Gobierno francés.