El equipo cuencano conoció por fin las mieles de la victoria, superando por 2-1 al Macará, en un partido que remontaron en el marcador. Con esto, los jugadores le cumplieron a su técnico, que esta semana había renunciado y se quedó solo por el pedido de sus dirigidos.
Comienzo a mil por hora de los locales. Arrollador lo de Cuenca, que tenía a mal traer al cuadro ambateño, pero no medía revoluciones y se diluían sus ataques.
Un error del portero Ojeda le permitió a Waldemar Acosta anotar el gol para Macará, y silenciar a un estadio lleno, con entradas obsequiadas por los jugadores.
Un golpe duro para los cuencanos, que no lograban recuperarse del tanto en contra y sucumbieron en el primer tiempo, sin mucha trascendencia.
Para la segunda mitad, un poco más serenos, pero con la vena de ataque, sería el panorama ideal para el conjunto local.
De penal, tras mano en el área de Luis Carlos, llegaría el empate en los pies de Nicolás Domingo, mientras que Xavier Charcopa, de golpe de cabeza, encendía la fiesta en el estadio Alejandro Serrano Aguilar, con el triunfo tan ansiado.
Victoria que mantiene al técnico Rivarola en su cargo, y que le permite al Deportivo Cuenca salir momentáneamente salir del último lugar, sumando 7 unidades.