EFE
La selección alemana de Joachim Löw aterrizó hoy en el aeropuerto berlinés de Tegel de regreso de Brasil con su cuarta Copa del Mundo, mientras en la Puerta de Brandeburgo esperan cientos de miles de aficionados para darle la bienvenida a su «Mannschaft».
El avión especial de Lufthansa, bautizado con el nombre de «Fanhansa Siegerflieger» -juego de palabras entre fans, vuelo y vencedores- tomó tierra en el aeródromo berlinés con más de una hora de retraso debido a un problema técnico detectado antes de despegar de Río de Janeiro.
Centenares de personas e innumerables cámaras de televisión esperaban la llegada del avión en Tegel y recibieron con aplausos y gritos de júbilo al capitán de la selección, Philipp Lahm, el primero en aparecer con la Copa del Mundo en las escalerillas.
Tras él, todo el equipo, que tuvo un aperitivo de lo que le espera en Berlín al sobrevolar el avión antes de aterrizar las inmediaciones de la Puerta de Brandeburgo, corazón de la llamada «Milla del aficionado», el mayor espacio público del país para las transmisiones en vivo de los partidos del Mundial.
Ahí se concentran desde primera hora de la mañana miles de aficionados, que siguieron su llegada desde las mismas pantallas gigantes en las que los días previos habían visto los partidos del Mundial de Brasil.
La victoria el domingo, en la final disputada en el estadio carioca de Maracaná ante Argentina, por el gol de Mario Götze en la prórroga, ha desatado una especie de nuevo entusiasmo entre patriótico y futbolístico en todo el país.
Se trata del cuarto título mundialista de la selección alemana -tras los de 1954, 1974 y 1990- y el primero cuya celebración tendrá lugar junto al emblemático monumento de Berlín, desde 1999 de nuevo sede del gobierno y Parlamento alemán.
Para la celebración se ha dispuesto de un escenario de 30 metros, que discurre en dirección hacia la adyacente Avenida 17 de julio, donde se espera que Götze y el resto del conjunto alcen el trofeo mundial ante la marea amarilla, roja y negra.
El escenario será el mismo en el que el equipo alemán, tras quedar tercero en el mundial de Alemania 2006, le dio las gracias al público local por el apoyo recibido durante el torneo.
La organización ha anunciado que tras el acto oficial con los jugadores, de una hora de duración, la celebración continuará cinco horas más con diversas actuaciones musicales que prolongarán la fiesta, a la que se espera que acuda medio millón de aficionados.
La ciudad recibirá a los campeones del mundo con una gran pancarta que con el lema «Gracias chicos. Campeones del Mundo 2014», en el mismo lugar en el que desde 2006 se han visto en pantalla gigante todos los partidos de Alemania en los Mundiales.