La peor humillación en la historia del fútbol brasileño probablemente será la paliza que le dio Alemania en el 7-1 de las semifinales de Brasil 2014. El resultado categórico clasificó a los ‘teutones’ a la gran final, y Dante, uno de los protagonistas de aquella triste noche para los pentacampeones, explicó los motivos de la eliminación.
“No estábamos psicológicamente preparados para el Mundial.
Teníamos que ponernos en la posición de favoritos e interiorizar la necesidad de ganar, pero respetando el deporte y lo que tiene de imprevisible. Cuando vimos que recibíamos el segundo y el tercer gol, simplemente no lo aceptamos. No razonamos”, dijo el defensa del Bayern Munich a la FIFA.
“No pensamos que hacía falta encarar la situación y ser más inteligentes. En vez de eso, nuestra reacción fue de: “Esto no es posible. No puede suceder. Tenemos la obligación de ganar el Mundial. Vámonos arriba”. Entonces, eso se convirtió en una conmoción, que provocó el 7-1. Y eso cuando todos sabemos que al atravesar una mala fase dentro de un partido es normal cerrarse, parar un poco. Y muchas veces acaba consiguiéndose un gol en una falta, o en un saque de esquina. ¿Cuántas veces no lo hemos visto en nuestros clubes?”.
Para Dante, la diferencia en el marcador estuvo en la mentalidad de los dos equipos. “El marcador no refleja la diferencia de calidad entre los dos equipos, pero sí la forma en que, psicológicamente, nos situamos en ese Mundial. Por culpa de la presión, no estábamos preparados para adversidades. Desde la Copa Confederaciones, en todos los partidos, excepto el primero del Mundial, contra Croacia, que fue dificilísimo, empezamos adelantándonos, y casi siempre pronto. Estábamos preparados para ser campeones, pero no para hacer frente a adversidades”.
Por último, el defensa que reemplazó a Thiago Silva en ese partido, habló sobre los días posteriores a la derrota de Brasil. “No tengo problema en hablar de ello. No me dan miedo las críticas. No voy a olvidarlo, y todavía duele mucho. La vida no ayudará a que pase este dolor hasta que ganemos nuevos títulos, pero hablo con tranquilidad. Aprendí que el fútbol también puede darte decepciones, dentro y fuera de la cancha. Aprendí que, sin control psicológico, llega un momento en el que “amor”, “garra” o “emoción” no bastan. Hay que mantener la capacidad de pensar”.
Fuente: Depor.pe