EFE / Redacción
Sevilla se tomó la revancha ante Espanyol, derrotando al equipo que lo eliminó de la Copa del Rey. En el cuadro catalán, el ecuatoriano Felipe Caicedo estuvo en la banca de suplentes.
El Sevilla se desquitó hoy de su eliminación de la Copa ante el Espanyol al ganar 3-2 a su verdugo copero, que jugó 50 minutos con un hombre menos por la expulsión de su portero Kiko Casilla ante un conjunto sevillista con un sensacional Iago Aspas.
Los ‘periquitos’, que adolecieron de más presencia ofensiva, se adelantaron pronto con un gol de penalti de Stuani, pero en el primer tiempo el Sevilla remontó con tantos de Diogo y Vitolo, tras lo que los visitantes, ya con diez, volvieron a empatar por medio de Víctor Sánchez, hasta que a un minuto del final Iago Aspas redondeó su gran partido con el gol de la victoria local.
Ambos equipos se veían las caras de nuevo en el mismo escenario de hace tres días, pero ahora en liga, en su tercer duelo seguido en diez días, y tanto Unai Emery como Sergio González revolucionaron sus alineaciones: siete cambios en el Sevilla, con Bacca, Denis Suárez, Deulofeu o Coke en el banquillo, y sin el delantero francés Gameiro ni el central argentino Pareja, lesionados; y ocho en el Espanyol.
El choque, por razones obvias, comenzó con mucha menos intensidad que el de la vuelta de los cuartos de la Copa en el que los espanyolistas, pese a perder 1-0, se ganaron su pase a las semifinales.
A unos y a otros les faltaba el mínimo ritmo preciso para desequilibrar, se imponían las defensas y no había fluidez ofensiva.
Pasados los diez minutos se animó todo tras una acción polémica en la que el Sevilla reclamó una pena máxima sobre Aleix Vidal, lo que dio paso al 0-1 del Espanyol a los 15 minutos. Salva Sevilla recibió solo ante el marco un pase de Abraham tras un fallo de Diogo, recortó a Beto y éste lo derribó. El uruguayo Stuani convirtió el penalti.
El portero luso vio la amarilla y quizás el árbitro le perdonó la roja, como pidieron los visitantes, pero este mazazo hizo que el Sevilla tirara de orgullo y calidad y, a partir de ahí, con Banega, Iago Aspas y Aleix Vidal inspirados, se impuso claramente para pasar por encima de un cuadro catalán frágil y excesivamente conservador.
Con un fútbol rápido y dinámico, avisó tres veces Iago Aspas, que no llegó de milagro a un centro de Fernando Navarro y luego firmó un doble remate, en boca de gol, que paró en dos tiempos Kiko Casilla, hasta que el lateral portugués Diogo firmó un derechazo desde unos 40 metros que supuso el 1-1 pasado el ecuador del primer tiempo.
El gol de Diogo fue similar al que ya marcó el jueves, también desde fuera del área, en el 1-0 logrado en Copa y que no evitó la eliminación del Sevilla, que siguió buscando darle la vuelta al marcador y lo consiguió a diez minutos del descanso tras una gran internada por la derecha de Aleix Vida que remachó a gol Vitolo.
En pleno desconcierto blanquiazul, y tras entrar Álvaro por el lesionado Héctor Moreno, su portero Kiko Casilla fue expulsado con roja por parar con una mano fuera del área un tiro de Aspas cuando iba a rebasar por alto al guardameta, con lo que Sergio sacrificó a un jugador de campo, Salva Sevilla, para sacar al joven Pau López.
Tras un buen primer tiempo de los hispalenses, la segunda parte mantuvo la misma tónica, con el Sevilla mandando gracias a su superioridad numérica y con Vitolo, Aleix Vidal, Banega o Iago Aspas muy activos, ante un Espanyol que adoleció de frescura y de remate, aunque Sergio García, que salió tras el descanso, rozó la igualada con un tiro desde la derecha que cruzó demasiado a los 59 minutos.
Los de Emery crearon buenas ocasiones para haber sentenciado, como en sendos remates a un poste casi sucesivos, primero de Iborra y luego del gallego Iago Aspas, pletórico en todas sus acciones y que se reivindicó tras haber reclamado insistentemente la titularidad.
Pero el Sevilla perdonó y, en la recta final, lo pagó, pues tras un robo de balón en la frontal del área Víctor Sánchez abrió a la derecha, un defensa cortó, el balón le llegó de nuevo y sorprendió a todos con un disparo que entró por la escuadra izquierda de Sergio Rico -que había relevado al lesionado Beto- para hacer el 2-2.
Emery sacó toda la pólvora con Denis Suárez y el colombiano Carlos Bacca, y el Sevilla, con uno más, buscó el tercero a base de coraje y lo logró a un minuto del final al darse la media vuelta en la frontal del área Iago Aspas, que puso el broche a su gran tarde, y marcar el 3-2 definitivo, pues ya no hubo tiempo para más.
