Se cumplió lo que se preveía. Que ante los malos resultados, poca capacidad de inversión y errores en contrataciones, algunos dirigentes abandonen el equipo en este 2015. A esto se suma, el tiempo perdido y el argumento mediocre de la actual campaña deportiva en la serie B.
La historia se está repitiendo como en 2011. Recuerdo a la incapaciad dirigencial de ese entonces y su prepotencia ante cierto sector de la prensa, que por temor o compromiso, se llenaron de miedo al decir las cosas. Formaron un equipo de lujo por nombres y vanagloriándose de que iban a llegar a Copa Libertadores. A la mayoría de jugadores les incumplieron desmedidamente lo prometido. Fácil fue para ellos, en una rueda de prensa, entregar el equipo. Luego vino un grupo de apoyo que poco o nada pudo hacer por la institución verde y blanco. El descenso fue la clave perfecta para la balurda y desastrosa campaña dirigencial y deportiva de LDUP.
Se habla que un grupo de jóvenes manabitas («CAMINO»), cercanos al actual alcalde de Portoviejo, Agustín Casanova, se haría cargo del equipo en estas instancias. ¿Hasta cuándo?. Eso no lo sabemos. Ellos o cualquier grupo dirigencial tendrá la responsabilidad de salvar del bache futbolístico y económico, al elenco portovejense. La tarea no será fácil. Es la misma película , de tantos capítulos que se presentan en la tan deteriorada sociedad manabita-deportiva: Desorganización, falta de planificación a largo plazo y ciertas catapultas personales, que no dejan dar el giro de 180 grados. Cuidado con el descenso. Les está guiñando el ojo.
Ramón Morales Verduga
«Líderes en inspecciones de equipos de seguridad marítima».
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