Durante una de las reuniones entre representantes del Madrid y el Manchester United por David De Gea, el transcurso de la charla dio un giro inesperado. Los ingleses cambiaron de tema y de protagonista para sorpresa de los enviados del club blanco. «¿Y Varane estaría en venta?». Más allá de cómo se formuló exactamente la pregunta, el caso es que existió.
El Real Madrid conocía de primera mano el interés del United en fichar al central francés. No sólo eso. Para su intranquilidad, el club inglés les insinuó que estarían dispuestos a realizar un desembolso importante por Varane. Simplemente querían saber por dónde respiraba el club blanco para decidir si activaban la maquinaria hasta poner sobre la mesa una oferta lo suficientemente atractiva para el Real Madrid.
Pero el Madrid fue tajante respecto a la condición de intocable del joven central galo y no dejó resquicio alguno a la posibilidad de sentarse a negociar por él. Sin embargo, el interés real del United les ha hecho incidir en la necesidad de mimar al jugador y darle la importancia en el equipo que reclama para evitar problemas a corto plazo.
El poder financiero del United es lo suficientemente grande como para afrontar la operación Varane si existiese algún problema con el jugador. Ya se vio con Di María. El jugador se quería marchar y el United no tuvo problemas en superar la resistencia económica del Madrid, que cedió a los 75 kilos que pusieron sobre la mesa para llevarse al delantero argentino.
Varane se quiere quedar, pero quiere un ascenso. De lo contrario, es posible que abra la puerta a la posibilidad de salir del Real Madrid. Si eso se produce, ahí estará esperando el United para conceder al jugador todas las facilidades a la hora de llevar a buen puerto su salida del club blanco.
A día de hoy, el Madrid sólo tiene constancia de ofertas por Varane y por Bale. El galés es otro jugador del que saben que tendría comprador si decidiesen ponerlo en el escaparate. Pero como en el caso del francés, el posicionamiento del club es el mismo: Bale no se vende.
Las razones en ambos cosas son las mismas. La edad y el potencial que tienen les convierten en jugadores imposibles de reemplazar. En el caso de Varane, teniendo en cuenta que el francés le costó apenas 10 millones de euros. Además, a su favor juega que ha despejado todas las dudas al respecto de la lesión que sufrió en la rodilla, que tanta guerra le dio durante un año y que tantas dudas sembró en el club al respecto de si era necesario o no plantearse su venta. Varane está de vuelta, es una pieza fundamental para Benítez y para su selección. Otro intocable.
Fuente: Marca