El juez único del Comité de Competición Francisco Rubio ha decidido sancionar a Gerard Piqué con cuatro partidos de castigo por su expulsión el pasado lunes en la vuelta de la Supercopa de España contra el Athletic.
El jugador del Barça vio la roja directa en el minuto 55 de partido por -según el acta del colegiado Velasco Carballo- insultar al asistente diciendo “me cago en tu puta madre”.
Rubio ha aplicado a Piqué el grado mínimo de las sanciones que contempla el artículo 94 del código disciplinario de la RFEF, en el que se preve de cuatro a doce partidos por “insultar, ofender o dirigirse en términos o actitudes injuriosas al árbitro principal, asistentes, cuarto árbitro, directivos o autoridades deportivas”.
Sergio Busquets al acabar el partido y el propio Gerard Piqué en un mensaje en Twitter un día después advirtieron que el defensa no había insultado al juez de línea y que la expulsión no era justa.
Precisamente porque creen en la versión del jugador azulgrana, y porque hasta la fecha no hay imágenes de televisión que demuestren lo contrario, el FC Barcelona presentó alegaciones este martes en las que hizo constar que el jugador no se había dirigido al colegiado en los términos que este indica.
Ahora, con la sanción, el Barça presentará recurso para tratar de reducirla pero parece bastante difícil ya que las únicas pruebas existentes son las versiones del árbitro y del asistente, y no existen imágenes que digan lo contrario.
Ivan Rakitic, compañero de Gerard, criticó la decisión de Velasco Carballo y defendió a Piqué asegurando que “si lo de Piqué es expulsión, en cada partido tendría que haber siete u ocho”.
Fuente: Mundo Deportivo
