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Partido repleto de errores. El Nacional tuvo poco autocontrol en el primer tiempo y cedió espacio. Independiente fue mucho empujón y falta de certezas en los últimos metros. Sobre el final lo ganaron los del Valle.
Un primer tiempo movido. El Nacional cometió gruesos errores en los primeros minutos e Independiente aprovechó para sacarle réditos a los espacios y buscar la jugada colectiva. Los dirigidos por Repetto catalizaban el juego con la presencia de Junior Sornoza como enganche a las espaldas de José Angulo, el único punta de área.
Cristian Núñez generó la mejor chance del primer tiempo. Corrida por derecha que encontró panorama para reventar el arco de un Bone que salvó con apuros. Por El Nacional, la réplica fue de Christian Lara que se metió en diagonal hacia el área sin poder definir en las goteras de la portería de Azcona.
Sobre las vísperas del descanso, José Angulo remató violento hacia el arco y marcó un golazo. Quien para muchos será el sustituto de Agustín Delgado en la Tricolor, abrió el marcador y le puso justicia al trámite en el Valle.
Para el complemento, el equipo de Quenry Valencia fue más ambicioso y mejoró su apuesta para buscar el empate. Tremendo despliegue de Villalba y Lara por las orillas para distraer a sus marcas y encontrar alguna grieta en la defensa rayada.
Sobre el minuto 18 del segundo tiempo, tiro libre ejecutado por Christian Lara y Geovanny Caicedo que apareció como ariete en el área para poner el 1 a 1 en el marcador. Buena intuición del zaguero central que alcanzó a anticipar a su marca para rubricar la igualdad.
El tramo final el encuentro fue emotivo. Gran despliegue físico de la zaga de El Nacional que controló el aluvión de Independiente que apretó por las bandas en búsqueda de algún receptor en el área grande. El equipo de Repetto llegó a jugar con hasta cinco delanteros metidos en campo criollo, pero no hubo quien la empuje al arco de Bone.
En la jugada final, José Angulo nuevamente tuvo el número premiado y entró por el costado diestro para batir a Bone sin presiones y convertir el 2 a 1 que supo a milagro en Sangolquí.
