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La barra organizada de Deportivo Quito expresó su malestar y desmintió una supuesta intimidación a los dirigentes salientes de su club y aclaran que están “más unidos que nunca”.
Deportivo Quito está al borde de la desaparición. El desborde que han tenido las últimas directivas lo ha llevado al club a la quiebra. Ahora se mantienen en vida con respirador y con alguna escaramuza de esperanza que dan algunos viejos querendones.
Algo que no se explica el hincha común de la Noble Institución es cómo la barra organizada tiene tanto poder sobre la interna del club. En las últimas horas, se acusó nuevamente a la Mafia Azul Grana de amenazar a dirigentes. Ellos lo negaron en un comunicado a través de su cuenta de Facebook:
“Una vez firmada la renuncia del gerente y el resto de la directiva, se pidió una rendición de cuenta y a donde estaba todo el dinero recaudado por el club. Ante esto el señor Dávila nos explicó que toda la documentación estaba en las computadoras y que tenían facturas (…) al no tener cómo solucionar los problemas del club, se pidió que se fueran (sin amenazas y nada por el estilo), es más la policía llegó al complejo y pudo ver que estábamos en una posición pacífica”.
