En el fútbol de Segunda División de Inglaterra se vivió un hecho que más que curioso dejó mal parado al árbitro Keith Stroud, quien dejó ver su poco conocimiento de las reglas del fútbol al tener un fallo importante en el encuentro que el Newcastle disputaba con el Burton Albion.
En este encuentro, Stroud había dictaminado un penal a favor del equipo dirigido por Rafa Benítez, el mismo que fue cobrado por Matt Ritchie y terminaba en el fondo de las redes, con los festejos que comenzaban a generarse en las gradas del estadio.
Pero, por invasión de cancha el juez central decidió no dar por válido el penal y a renglón seguido, en vez de hacer repetir la pena máxima, decidió darle falta a favor del rival que tenía que sacar desde su área con un tiro libre indirecto.
Pese a los reclamos de todo el equipo del Newcastle, el árbitro no cambió su decisión, la misma que fue clave ya que el partido terminaría con el marcador sin goles.