El medio mexicano Fútbol Total ha disparado fuerte contra el exárbitro ecuatoriano Byron Moreno, calificándolo como el juez central más corrupto de la historia del fútbol.
Este diario, con ciertos errores en la información de los partidos, ha valorado la actuación de Moreno en el encuentro del Mundial 2002 entre Corea del Sur e Italia, así como el Liga de Quito – Barcelona en ese mismo año, que le provocaron al exárbitro varias suspensiones y reconocimiento internacional por sus errores.
Además, en esta publicación se citan los problemas con la justicia que tuvo posteriormente Byron Moreno, quien se vio involucrado en un caso de narcotráfico, que le valió dos años de cárcel en Estados Unidos.
Mira la nota de este medio:
Penales inexistentes, tiempo de compensación sin fundamentos, tarjetas rojas perdonadas y otras otorgadas injustamente; estas son acusaciones comunes hacia los árbitros, a veces hechas por la impotencia de ver a su equipo abajo en el marcador o bien por un recelo de amaño de resultados. Nombres de colegiados sospechosos, hay muchos, pero ¿te has preguntado, quién es el silbante más corrupto de la historia. La respuesta: Byron Moreno.
Enero de 1996 será recordado por la eternidad, en especial en Ecuador, como la fecha en que dio al mundo al hombre que se encargaría de dejar un mancha imborrable en el balompié.
Byron es recordado principalmente por actuación en los Octavos de Final del Mundial Corea-Japón 2002 en el duelo entre los Tigres de Asia e Italia; en aquel cotejo Francesco Totti se tropezó, pero Moreno vio una simulación de falta y le sacó la segunda amarilla, no conforme en tiempo extra le anuló un gol a la Azurra. El saldo final 2-1 a favor de los anfitriones.
A partir de ahí, Byron continuó con el desempeño que le dio fama internacional y trascendencia histórica.
En septiembre de 2002, la Liga Deportiva Universitaria de Quito se midió con Barcelona de Guayaquil, el tablero indicaba un 3-2, a sabiendas que los visitantes necesitaban un empate, el colegiado alargó el cotejo 13 minutos hasta que cayó el tanto de la igualada, de inmediato el pitido final retumbó por todo el estadio de Casa Blanca.
Impotentes, los aficionados de Azucenas reprocharon el alargue del partido; lo que desembocó en una sanción interpuesta por la FIFA y autoridades del futbol ecuatoriano de 20 juegos de suspensión.
Lejos de aprender la lección, en 2003 volvió a las cancha en las que solo trabajó tres partidos, luego que en el Deportivo Quito-Deportivo Cuenca, expulsó a tres elementos azulgranas; en lo que marcó el fin de su carrera…
Desprecio, abucheos, indiferencia y hasta odio; fueron los sentimientos que recibía Moreno, que por si fuera poco, detrás tenía la insistencia italiana para que la FIFA le retirara el gafete internacional. La presión terminó por provocar que sucumbiera. Un mes después anunció su retiro.
La felicidad en Ecuador no tardó en explotar, por todos los bares, círculos sociales y reuniones en que se hablara de futbol, chocaban sus copas para brindar porque Byron ya no haría más de las suyas dentro del terreno de juego.
Lo que mal empieza, mal acaba
Fueron siete años de olvido. De Byron Moreno solo se hablaba en documentales, en Italia que buscaba revancha en Alemania 2006 y en recuerdos.
En las sombras, el que algún día manchó a su nación se perfilaba para terminar con todo escepticismo sobre sus decisiones polémicas, pues en septiembre de 2010, resurgido de entre sus cenizas, Moreno volvió a ser noticia en el mundo…
Quien fuera el artífice de la eliminación de la Nazionale en tierras asiáticas, protagonizó un intento fallido de narcotráfico, luego que lo capturaron en el aeropuerto John F. Kennedy en Nueva York con seis kilos de heroína adheridos a su ropa interior. ¿El castigo? Dos años y medio de cárcel.
Tras una carrera infructuosa y casi tres años en prisión, Byron Moreno se justificó diciendo “la necesidad me hizo cometer errores”.
