17 de diciembre del 2011. Deportivo Quito celebraba su tercer título en menos de cinco años con figuras como Marcelo Elizaga, Matías Alustiza, Fidel Martínez, Luis Checa, entre otros. Todo era felicidad en el mundo ‘Chulla’.
Pero, detrás de esa fiesta, las dirigencias del Deportivo Quito estaban construyendo una estatua imponente con pies de barro como la del Rey Nabucodonosor que terminó de colapsar este 29 de noviembre, una estructura que solo estaba preparada para derrumbarse con una caída muy dolorosa.
Deportivo Quito fue de tumbo en tumbo tras ese 2011, irónicamente, tras un título. Problemas económicos que en un inicio parecían salvables, donde todavía aparecían dirigentes a poner el pecho a las balas, y donde una FEF cómplice solo aportó a que no haya una solución, sino que el problema se agrave.
En el 2013, con figuras como Alex Colón, el mundialista Fabian Carini, Federico Nieto, nuevamente Deportivo Quito demostraba una miopía dirigencial, armando un plantel de lujo con cuentas en cero y deudas creciendo. En la cancha, los capitalinos destacaban, pero los problemas de entrenamiento, los sueldos atrasados y hasta el estratega Rubén Darío Insúa afirmando que tenía que dormir en el parque La Carolina sentenciaron a un equipo que pudo ser campeón.
Meses pasaban y la crisis de Deportivo Quito parecía insalvable, pero como la idiosincrasia ecuatoriana nos dicta, no se dieron cuenta que la solución era ponerse la mano en el pecho y comenzar de cero, sino que aportaron poco a poco alargando una situación que al final tenía que pasar, y que sobre todo dio una caída más dolorosa.
A nivel mundial equipos tradicionales descienden a una categoría inferior. Recientemente en Argentina cayeron River Plate e Independiente, dos de los grandes de ese país lloraron un descenso. En Ecuador no hace muchos años Liga de Quito perdía la categoría, pero lo que realmente duele no solo a los hinchas de Deportivo Quito fue la forma, fueron las consecuencias, las razones, los puntos perdidos sin jugarse, tener que enfrentar el partido clave con las Reservas (punto aparte para destacar la entrega de estos juveniles), descender sin pelear, sino ya derrotado.
Pierde el fútbol ecuatoriano, no solo porque se va Deportivo Quito, uno de los equipos tradicionales, sino porque la crisis de un deporte de contrastes denota que aunque las autoridades de la FEF se blinden en el buen momento de la selección es una realidad que ¡HAY UNA CRISIS GRANDE! una realidad que no se puede tapar tan fácilmente.
Así no, Deportivo Quito, no era la manera que desciendas. Así no, Deportivo Quito, no perdiendo puntos en la mesa por culpa de tus antiguas dirigencias, no teniendo que paralizar todas las semanas tus entrenamientos, no con el peligro constante de la desaparición.
¡Así no, Deportivo Quito!
Paúl Ochoa
Editor de Futbolizados
