En la gran final del Mundial disputada en Australia y Nueva Zelanda, España se alzó con la gloria máxima, coronándose como campeona del mundo por primera vez en su historia.
El choque entre España e Inglaterra prometía un enfrentamiento épico, y ambas selecciones cumplieron con creces las expectativas. Desde el pitido inicial, el espectáculo y la lucha en la cancha se hicieron presentes, con ambas selecciones decididas a buscar ese gol que les brindara la victoria.
En esta batalla emocionante, la selección española emergió como la vencedora, sellando su nombre en la historia del fútbol femenino. El gol que decantó la balanza a favor de España llegó a los 29 minutos, obra de la heroína del partido, Olga Carmona, quien ejecutó un disparo imparable. Ese gol fue el inicio del camino hacia la gloria para La Roja.
A pesar de las oportunidades generadas por ambas escuadras, el marcador se mantuvo inamovible hasta el descanso, con España en ventaja. La segunda mitad continuó siendo un enfrentamiento intenso, con momentos de tensión y emoción. España tuvo la oportunidad de aumentar su ventaja desde el punto de penal, pero la arquera inglesa detuvo el intento de Jenni Hermoso, otorgando esperanzas a Inglaterra.
Sin embargo, esta final era el escenario propicio para España, un momento para redimirse y escribir una nueva página en su historia futbolística. Las atajadas de la arquera Cata Coll, los despejes valientes de Carmona e Irene Paredes, la creatividad en el medio campo con Aitana y Teresa, la velocidad de Salma y la calidad de Alexia, todos estos elementos contribuyeron al éxito de la selección española.
Finalmente, el pitazo final resonó con el marcador a favor de España, que alzó el trofeo del Mundial Femenino como campeonas del mundo. La selección española, que nunca había logrado superar los octavos de final en un Mundial, rompió barreras y coronó su desempeño excepcional con un título histórico.
Este triunfo coloca a España en el pedestal de los campeones, sucediendo a la selección estadounidense en el palmarés de la competición. Ahora, La Roja llevará con orgullo la estrella que certifica su posición como la nueva campeona del mundo.
