Enfrentar al Real Madrid, para muchos futbolistas, es un verdadero sueño; pero definitivamente para éste fue una pesadilla.
Anaitz Arbilla tuvo que lidiar con la difícil tarea de controlar a Gareth Bale, función que no logró desempeñar correctamente en todo el tiempo que estuvo en el campo de juego.
El defensor tuvo una mala tarea y el entrenador del Rayo Vallecano no dudó: a los seis minutos del complemento fue reemplazado. Una vez ya en el banco, el jugador no pudo contener su impotencia y se largó a llorar.
Fuente: Infobae