Exactamente con 16 años y 145 días, Lionel Messi jugó con la primera del Barcelona, justo un día como hoy: 16 de noviembre, pero hace una década. El cuadro blaugrana se medía en un cotejo amistoso con el Porto dirigido por José Mourinho, uno de los que sería archirrival futbolístico de los ‘culés’ en el Real Madrid, y el argentino gozaba de 30 minutos en cancha, gracias a la decisión del holandés Frank Rijkaard.
Entró por Fernando Navarro, con el número 14 en su espalda, estampado en una camiseta que le quedaba demasiado grande, ya que su contextura física delataba que estaba dando sus primeros pasos en este deporte. Hacía tres años que había viajado desde Argentina con la ilusión de tocar el cielo con las manos. «Es un sueño cumplido, no sabía si iba a entrar», dijo un adolescente Leo, luego del match.
Fue invitado para revivir las imágenes junto a sus padres en una sala de edición y en el video de Barça TV se pueden distinguir rastros de acné juvenil y el asombro por verse en la televisión junto a figuras de la talla de Luis Enrique, Xavi y Rafa Márquez, tal como lo menciona el rosarino en una entrevista inédita.
A pesar de la diferencia física, se las ingenió para generar un par de ocasiones de gol, las que serían su carta de presentación, antes de convertirse en el mejor del mundo. Años después, vendrían títulos con las juveniles de la Selección -entre otras cosechas con la «Albiceleste»- y una pila de trofeos con Barcelona: 6 de Liga, 6 Supercopa de España, 2 Copa del Rey, 3 Champions League, 2 Supercopa de Europa y 2 Mundiales de Clubes, sin mencionar los cuatro balones de oro, entre decenas de distinciones personales.
Fuente: Infobae