En Rumania, los jugadores de un equipo de segunda división, terminado un encuentro, decidieron dejar el campo de juego y reemplazar a los hinchas en la gradas con cánticos y aplausos de agradecimiento, por haber estado en duros momentos económicos que pasaron, inclusive aportando con sueldos y arriendos para los miembros de este club. Gran momento entre jugadores e hinchas.
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