Es el segundo hincha que invade el campo de juego en un partido de este Mundial. Cuando se jugaban 15 minutos, el árbitro se vio obligado a suspender el partido por la presencia de una persona no autorizada, el mismo que se paseó en la cancha ante la pasividad de los agentes de seguridad.
La persona que invadió el campo de juego llevaba un mensaje a favor de los niños de las favelas, tema que ha sido criticado por la opulencia del Mundial en Brasil, en contraste con la pobreza en algunos sectores de este país.