Argentina vuelve a una final, dejando desde la vía de los penales a Holanda tras 120 minutos, con un Sergio Romero como figura desde los doce pasos y una aguerrida selección que representará a Sudamérica ante Alemania.
Fue un partido muy táctico, donde ambas selecciones demostraron el análisis que hicieron del rival en la previa y se anularon en delantero, priorizando la marca de sus potenciales jugadores de creación antes que el ataque directo.
Argentina, haciendo un juego muy inteligente, referenció a Arjen Robben y le quitó el balón y no permitió la alimentación a Sneijder y Van Persie, que sufrieron intentando generar peligro en el arco de Romero.
Holanda, por su parte, realizó lo mismo con Lionel Messi, que pese a esto tuvo un par de chispazos en ataque, pero que regentó el juego para que Lavezzi e Higuaín se adueñen de las acciones de gol.
Las cosas no cambiaron durante todo el encuentro, terminando el tiempo reglamentario sin que el marcador se mueva, alargando el partidos a los tiempos extras.
Tras no hacerse daño en los alargues, la definición se fue a los penales, donde la categoría de Sergio Romero y los definidores de Argentina se impusieron, logrando la clasificación a la final, que la vivirá Argentina luego de 24 años, buscando dejar la Copa del Mundo en el continente.