Arsenal y Everton se vieron las caras en Goodison Park en un encuentro en el que los de Roberto Martínez fueron mejores, pero dejaron escapar dos puntos en los últimos cinco minutos de encuentro. Los de Wenger se llevaron demasiado premio para lo realizado sobre el verde césped.
El primer tiempo comenzó sin mucho ritmo por parte de ambos equipos, como si tuviesen miedo a ir por la victoria, o quizá porque las piernas a principio de temporada no dan para mucho más. El Arsenal cedía la posesión a Everton, que se limitaba a tocar y tocar sin profundidad, esperando alguna ocasión que más tarde terminaría llegando. Cuando el encuentro se encontraba en un momento chato, Gareth Barry inventó un gran centro que encontró en el segundo palo a Coleman, que de cabeza conseguió batir a Szczesny.
Poco después se pondrían aún peor las cosas para los de Wenger, ya que Naismith llevaría al fondo de la red una gran jugada personal de Romelu Lukaku. Con ese 2-0 y un Arsenal inoperante se llegaría al descanso.
Wenger metió a Giroud en lugar de Alexis Sánchez y el francés fue clave en la reacción. El segundo tiempo fue flojo, pero el ex-Montpellier fue el único que lo intentó en los de Londres. Cuando se daba por hecho que la victoria se quedaría en casa llegó la reacción de los londinenses.
Primero fue Cazorla quien le robó la pelota a Coleman y sirvió en bandeja el gol a Ramsey, ya en el minuto 85. Pero el milagro llegó en el 90, cuando Giroud cabeceó un centro de Monreal. Goodison Park se quedaba helado y Arsenal conseguía rescatar un punto que tuvo perdido durante todo el encuentro.
Fuente: Goal