En su carrera se destacó por el esfuerzo y la entrega. Y esta no será más que otra faceta donde deberá sacar toda su garra para pelear contar el contrincante más difícil. El sacrificado mediocampista surgido de Vélez, Jonás Gutiérrez, enfrenta una dura enfermedad. El hombre que supo vestir la camiseta de la Selección en el Mundial 2010 y que forma parte del Newcastle, con un breve intervalo en el Norwich de Inglaterra, padece de cáncer de testículos.
Todo comenzó un 19 de mayo de 2013 tras tener un choque con el defensor Bacary Sagna, en aquel momento en Arsenal y hoy por hoy en Manchester City. Recibió un golpe en la zona genital y el dolor persistió. Tras varios diagnósticos errados, notó su testículo inflamado y una constante molestia a la hora de entrenar. Finalmente, y tras una ecografía en la zona, se enteró que tenía un tumor en el testículo izquierdo.
En silencio, retornó al país en octubre del año pasado donde le practicaron la cirugía. «En octubre me operan, me sacan el seminoma (uno de los tipos del cáncer de testículo). Me dicen que me quede tranquilo. En ese momento no fue necesario hacer nada más, con la extirpación ya estaba. Después la recuperación era de la cirugía», comentó detalladamente en la nota que brindó al programa Indirecto, que se emite por TyC Sports.
Tras unos meses para sobrepasar la operación, retornó al Newcastle, club realizó gran parte de su carrera, y se encontró con que no tenía lugar en el equipo. Emigró al Norwich, del mismo país, pero se lesionó y jugó poco. Al comenzar sus vacaciones, recibió otro duro golpe: en uno de los habituales controles se enteró que la enfermedad no había desaparecido del todo.
«Me hice los estudios y cuando termino de hacerlos salen unos gangleos suprarrenales inflamados. El tratamiento para sacarlo era empezar con quimioterapia», explicó, con una gorra que ocultaba los efectos de un proceso fuerte. «Obviamente fue duro encontrarte con el hecho de que el pelo se te cae, quería aguantar lo máximo que pueda, pero a partir de la tercer semana se te empieza a caer y no hay forma de pararlo», señaló. Y ante las consecuencias de esta dura adversidad, sus amigos decidieron darle una linda sorpresa: «Estaba acostado en la cama y aparecieron 17 amigos pelados. Fue un gesto lindo».
Hoy, a casi seis meses de su último encuentro oficial –ingresó en el complemento para el Norwich en la derrota 1-0 ante el West Bromwich– y de «finalizar el partido más importante de mi carrera» ya que culmina el tratamiento, se decidió a contar la noticia que pocos sabían. «Es una situación personal muy delicada, pero no hay nada malo y tal vez ésto ayude a la gente con el mismo problema a lucharla», dijo.
Fuente: Playfútbol