Al enterarse de la suspensión del partido ante San Lorenzo, Carlos Bianchi dispuso una práctica en el complejo Pedro Pompilio. Allí se produjo un hecho insólito: Leandro Paredes le pisó la pelota a Agustín Orión que en broma le tiró una patada al enganche, pero se le fue la mano… o la pierna.
El juvenil abandonó la práctica con un traumatismo del tobillo izquierdo y difícilmente pueda decir presente el miércoles en el Nuevo Gasómetro, cuando Boca visite al Ciclón y complete su participación en el triangular de invierno.
Fuente: TN