Cristiano no fue decisivo en la fase decisiva del último torneo, el que permitió la Décima, y, por lo que parece, quiere reivindicarse. El público inglés le reconoció la grandeza con una ovación cerrada cuando Carlo Ancelotti lo sustituyó por Khedira en el minuto 75. “Le quité porque estaba haciendo muchos sprints”, dijo el técnico, “porque estábamos contragolpeando mucho, y quise procurar que no se cansara”.
Le preguntaron a Ancelotti en Canal+ si la única forma de parar a Cristiano con vistas al clásico del sábado era sacarle del campo, porque él no medía sus arrancadas. Y el entrenador debió acordarse de Luis Enrique, su homólogo del Barça, que confesó que antes de cambiar a Messi siempre le consultaba.
—¿La única forma de parar a Cristiano es sacándole del campo porque parándole no hay quién le pare?—, inquirió el reportero.
—¡Sí! ¡Y sin preguntarle!—, sonrió Ancelotti.
El técnico declaró estar plenamente satisfecho con el juego de su equipo: “Estoy muy feliz por la personalidad y la calidad que hemos mostrado en un campo tan complicado. El equipo jugó con mucha madurez y confianza. Contrarestamos la intensidad inicial del Liverpool y después jugamos con calidad, ritmo e ideas claras”.
Cristiano estaba tan contento que no paró de sonreír en el banquillo. “Me siento muy orgulloso de mi primer gol en Anfield”, dijo, camino del autobús. “No me preocupa batir el récord de goles en Champions porque ya lo batiré. La mejor noticia es que ganamos y eso supone el 70% de la clasificación. Ahora debemos intentar retener el título. Será duro, ¿pero por qué no podemos ganar la Undécima?”.
Benzema no necesitó que lo quitaran. Él ya sabe medir sus esfuerzos. Jugó 90 minutos y marcó dos goles. “Estamos mejor que el año pasado”, dijo, al salir del campo.
Fuente: El País