Mikael Forssell, delantero finlandés, puso de pretexto su alergia a los gatos tras llegar tarde a un entrenamiento de su club, el Bochum de la Segunda Divisón alemana.
Debido a que sufre de una fuerte alergia al pelo de estos felinos, Mikael no pudo subir a su automóvil, puesto que este estaba sentado justo en la puerta de su vehículo y hasta le tomó una foto para constatarlo.
Tras 20 minutos de espera el gato por fin se marchó y el jugador pudo irse por fin a la práctica de su equipo.
Fuente: Diario Diez
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