Hoy el gran Roberto Gómez Bolaños, Chespirito, nos dejó y para recordarlo al ritmo del fútbol repasamos la historia de uno de los ídolos de su personaje, El Chavo del 8.
Todos jugamos fútbol alguna vez con Enrique Borja. Cuando mirabas el televisor y querías jugarte una pichanga en la cuadra con el Chavo del Ocho y Quico siempre aparecía el nombre de este futbolista mexicano. En cada partido de fútbol que se jugaba en la Vecindad (y sin pelota cuadrada), el más nombrado fue Borja, ese mundialista de la selección mexicana.
Enrique Borja comenzó a consagrarse como estrella del fútbol mexicano cuando a los 20 años le anotó un gol a Francia en el Mundial de Inglaterra 1966. El atacante también estuvo en el once tricolor que participó de la Copa del Mundo de 1970.
Formado en el club Universidad Nacional, vivió un polémico traspaso a Las Águilas del América donde se consagró campeón de su país y goleador por tres años consecutivos de la liga mexicana. Borja, para muchos es el ídolo máximo en la historia del América, fue despedido en 1977 por cerca de 120 mil personas en el Estadio Azteca. Curiosamente, ya retirado del fútbol, fue presidente del club Necaxa, otro equipo que ha aparecido repetidas veces en los guiones del Chavo del Ocho.
Borja era un goleador de las canchas de fútbol, y el Chavo del Ocho fue el mejor ’10’ para hacernos reír dentro de un estudio de televisión.
Fuente: Pasión Libertadores