En el fútbol de Rumania, un hincha se salvó de ser agredido por las fuerzas del orden tras ser abrazado por su hijo, cuando ambos invadieron un campo de juego.
El hincha entró al campo de juego tras un partido, pidiéndole que se retire, pero, en un momento tenso, el agente de seguridad intentó agredir al fanático, siendo calmado tras ver el abrazo de su hijo.
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