Florentino estaba sofocado tras el partido ante el Schalke. No era para menos. Aún con el susto en el cuerpo después de la agonía de los últimos minutos, el presidente bajaba al vestuario como hace habitualmente después de cada partido. Florentino es un hombre de costumbres y una de ellas es que, sea cual sea el partido y el resultado, al final del encuentro entra en la caseta para charlar con los jugadores, felicitarles cuando toca o leerles la cartilla si es necesario. El martes lo era más que nunca.
Antes de hablar con los jugadores, el presidente hizo un aparte con Ancelotti. Ambos tenían el gesto serio, todavía con los nervios por lo que pudo haber pasado. Florentino, por enésima vez, volvió a mostrar todo su apoyo al entrenador, pero le exigió que tomara decisiones inmediatas para atajar la crisis. «Haz lo que quieras, cambia a quien quieras y juega como quieras, pero esto lo tienes que arreglar tú», le dijo el presidente al entrenador. Florentino sabe que ‘Carletto’ es un maestro en el manejo de las crisis y que el año pasado ya sacó al Madrid de un atolladero parecido.
El presidente, sin embargo, ve que el equipo está en caída libre y por eso no quiere que a Ancelotti se le vaya de las manos. Florentino nunca ha cuestionado la «mano floja» con la que ‘Carletto’ maneja el vestuario, pero tras la derrota ante el Schalke le pidió soluciones de urgencia, porque el equipo lo necesita a tan solo dos semanas de afrontar la visita al Camp Nou y con los cuartos de la Champions en el horizonte.
Con los jugadores la charla fue breve. No hubo una gran bronca porque no era el momento ni el lugar. Florentino se limitó a recordarles la importancia de vestir la camiseta del Madrid y de defender el escudo con fuerza y honor. «Teneis que volver a ser el mismo equipo que ganó 22 partidos seguidos», les dijo el presidente a unos futbolistas que todavía no entendían cómo habían estado a punto de quedarse fuera de la Champions en un partido que tardarán mucho tiempo en olvidar.
Fuente: Marca