EFE
El Atlético Mineiro logró empatar en el descuento 2-2 con el Internacional en un intenso duelo brasileño por los octavos de final de la Copa Libertadores que se resolverá la semana próxima en Porto Alegre.
El Internacional se adelantó dos veces en el marcador, con un gol en el primer minuto del argentino Lisandro López y otro de Valdivia; y el Mineiro empató dos veces, la primera por medio de Douglas Santos y en los instantes finales con un tanto salvador de Leonardo Silva.
El resultado es favorable para el Internacional, puesto que se puede permitir un empate sin goles o por un gol en el estadio Beira-Río la semana que viene.
El equipo de Porto Alegre a punto estuvo de llevarse la victoria gracias a la estrategia del técnico uruguayo Diego Aguirre, que fue a Belo Horizonte con mentalidad defensiva y supo sacar gran provecho a los dos goles que marcó su equipo, pero el tesón del conjunto de Belo Horizonte forzó las tablas.
El vencedor de esta llave jugará en cuartos de final contra al ganador del cruce entre el Estudiantes argentino y el Santa Fe colombiano.
El partido se le puso muy favorable al Internacional desde el primer minuto, debido a un fallo defensivo de los locales que propició el rechace que Lisandro López transformó en el primer gol.
El tanto fue todo un bálsamo para el club de Porto Alegre, un regalo para el planteamiento conservador que había diseñado Aguirre.
Contra todo pronóstico, Aguirre optó por dejar en el banquillo a dos de sus principales creativos, el argentino Andrés D’Alessandro y a Valdivia, para poner a hombres de perfil más duro como Alex y Jorge Henrique.
Con el marcador cuesta arriba, Atlético Mineiro no tuvo otra opción que volcarse en ataque y, en medio a un aluvión de juego, logró igualar por medio de Douglas Santos en un tiro desde la frontal.
El Mineiro llevaba el peso del juego y tuvo más soltura por el flanco izquierdo, zona en la que se prodigaron Thiago Ribeiro, Douglas Santos y el argentino Jesús Dátolo, y por donde surgieron las mejores ocasiones de los locales.
Los de Porto Alegre no se sentían cómodos con el balón y, en la primera parte, sólo volvieron a amenazar en una ocasión la portería adversaria por medio de Lisandro López.
En el momento que el Mineiro causaba más peligro y había puesto a su adversario contra las cuerdas, al comienzo de la segunda parte, Aguirre se vio forzado a rectificar y dio entrada a D’Alessandro y a Valdivia con la idea de tratar de asir las riendas del juego, algo que el Inter todavía no había hecho.
El doble cambio no pudo surtir mejor efecto: nada más pisar el césped, D’Alessandro sacó una falta y Valdivia culminó la jugada con un testarazo certero a las redes.
Ese gol supuso un bofetón que descolocó al equipo de Belo Horizonte. A partir de entonces el Mineiro perdió el orden y la concentración que lo espolearon en sus mejores instantes.
El Internacional se pudo permitir replegarse en el tramo final, tender una línea de cinco defensas y esperar los contragolpes con pelotazos largos.
El empuje y el incansable trabajo del Mineiro obtuvo el premio en la última jugada del partido, en un saque de banda servido al área que propició el gol del empate de Leonardo Silva, el capitán de los locales.